Cuando pensé que ya no iba a volver a mirar a alguien así. Cuando creía que ya no iba a sentir ésto que ella me hace sentir. Cuando me había cansado de escuchar historias de personas con el sólo fin de conocerlas y buscar algo interesante en ellas. Cuando todo era pena, soledad y desamor llegó ella y me contó de su vida y le presté atención. Se rió con los memes que le mandaba y le mandé más, claro. Nos conocimos. Reímos. Hablamos de todo. La acompañé cuando creí que lo necesitaba. Y por ahí, en algún momento empecé a quererla. Su sonrisa es todo lo que necesité para que me guste. Me habla de una forma que no recuerdo haber sentido. Me habla y me mira. Y me encanta.

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