Carta para Bruno
Que haces querido?
Muchas veces venían recuerdos de momentos que vivimos juntos que casi siempre nos hacían reír a Ale y a mi. Pudimos notar que ese humor tan particular lo mantenés intacto.
Me hubiera gustado poder acompañarte en algunos momentos pocos gratos que te han tocado pasar pero creo que las cosas se dan de esta forma y hay que aceptarlas tal cual vienen. No quiere decir que cuando me llega la mala racha no putee como un condenado, nada que ver.
El tiempo me regalo algunas cosas buenas y me saco otras que no recuerdo haber tenido, como por ejemplo la paciencia. Quizás lo notaste en alguna de tus visitas a casa cuando los chicos se ponen cargosos.
Escribí esta carta más que nada para que la gente que lee este espacio se entere de que me reencontré con un amigo y que vos que anduviste por tantos lados te enteres en simultaneo que también encontré otras amistades; nuevas, distintas, virtuales, reales. Que en ciertos momentos me ayudaron, me acompañaron y me enseñaron a ver las cosas de diferentes maneras.
Pude descubrir acá, con el Blog, que la amistad no entiende de distancias. Que se puede crear una amistad sin la necesidad del contacto permanente. Se puede hacer crecer una amistad con unas pocas palabras a modo de comentario de una situación determinada.
Se puede mantener una amistad viva aunque solo haya silencio.
Como lo hubo en nuestra amistad, un tiempo de silencio.
Te mando un abrazo, Gus.-
Tengo que decirte que te extrañe. En todo este tiempo que no nos vimos pasaron muchas cosas en nuestras vidas, unas cuantas las hemos hablado en casa ya, mates de por medio y otras tantas irán saliendo a la luz con más mates y cenas.
Muchas veces venían recuerdos de momentos que vivimos juntos que casi siempre nos hacían reír a Ale y a mi. Pudimos notar que ese humor tan particular lo mantenés intacto.
Me hubiera gustado poder acompañarte en algunos momentos pocos gratos que te han tocado pasar pero creo que las cosas se dan de esta forma y hay que aceptarlas tal cual vienen. No quiere decir que cuando me llega la mala racha no putee como un condenado, nada que ver.
El tiempo me regalo algunas cosas buenas y me saco otras que no recuerdo haber tenido, como por ejemplo la paciencia. Quizás lo notaste en alguna de tus visitas a casa cuando los chicos se ponen cargosos.
Escribí esta carta más que nada para que la gente que lee este espacio se entere de que me reencontré con un amigo y que vos que anduviste por tantos lados te enteres en simultaneo que también encontré otras amistades; nuevas, distintas, virtuales, reales. Que en ciertos momentos me ayudaron, me acompañaron y me enseñaron a ver las cosas de diferentes maneras.
Pude descubrir acá, con el Blog, que la amistad no entiende de distancias. Que se puede crear una amistad sin la necesidad del contacto permanente. Se puede hacer crecer una amistad con unas pocas palabras a modo de comentario de una situación determinada.
Se puede mantener una amistad viva aunque solo haya silencio.
Como lo hubo en nuestra amistad, un tiempo de silencio.
Te mando un abrazo, Gus.-
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