Hombre Sensible - Años

Hace un tiempito que ando más sensible. No sé bien hace cuanto. Pero me di cuenta. Y ahora que lo cuento me da risa pero me emociono con algunas cosas que hasta me da verguenza contar.

La otra vuelta me pasó con el Himno.

Si me decís que fué en un acto del Colegio, con un hijo abanderado o algo así es comprensible pero que me pase viendo el cambio de día de Canal 7, me parece que trulé.

También me pasa con peliculas.

Vieron la de Benjamin Button? Bueno con esa. Y con alguna más que ahora no recuerdo.
Para hacerla más fácil le heché la culpa a los años. Que no han venido solos. En su lento pero seguro camino han gozado de la compañia de un par de kilos que se alojaron en mi zona media y se resisten al desalojo. Han sido acompañados tambien por un puñados de canas que han tomado posición en mi cabeza, del lado de afuera y, por lo que leo, del lado de adentro también.
Me han traído cosas buenas obviamente: un toque de sabiduria (un toque nomás) para poder separar y dejar de lado lo que no sirve, lo que no suma, la gente que no suma sobretodo. Me trajeron la claridad para saber lo que tengo y tratar de disfrutarlo a pleno. La sensibilidad para tomar una foto de algo que me parece bello hoy y ayer no; para ponerme feliz por una visita sorpresa para mi; y para sentirme amado y querido por Ale, Joaquin y Malena.
Los años me trajeron edad suficiente para poder entender las canciones que ayer sólo cantaba por gusto y que hoy me quedan dando vuelta como momentos, pensamientos, sentimientos y sensaciones antigüas, nuevas  y deseosas de ser vividas y compartidas.

Años

Coincide un poco con la noticia de que lo único que progresa con el paso del tiempo es la tecnología. El hombre no, siempre es el mismo. Inclusive según el poeta, el amor con los años desaparece...

(Introducción de Tom Luppo)


El tiempo pasa,
nos vamos poniendo technos,
el amor no lo reflejo, como ayer,
en cada conversación,
cada beso, cada abrazo,
se impone siempre un pedazo de razón.
Pasan los años,
y cómo cambia, lo que yo siento,
lo que ayer era amor,
se va volviendo otro sentimiento.
Porque años atrás,
tomar tu mano,
robarte un beso,
sin forzar un momento,
formaban parte de una verdad.


El tiempo pasa,
nos vamos poniendo technos,
el amor no lo reflejo, como ayer.
En cada conversación,
cada beso, cada abrazo,
se impone siempre un pedazo de temor,
vamos viviendo,
viendo las horas, que van muriendo,
las viejas discusiones, se van perdiendo
entre las razones.
A todo dices que sí,
a nada digo que no,
para poder construir,
la tremenda armonía,
que pone viejos, los corazones.
El tiempo pasa,
nos vamos poniendo viejos,
el amor no lo reflejo, como ayer,
en cada conversación,
cada beso, cada abrazo,
se impone siempre un pedazo de razón.


Pablo Milanés/ Adaptación Luca Prodan