Un Peso = Un Dolar

Hoy se están cumpliendo 20 años de que el pueblo se dirigía a las urnas para elegir un nuevo presidente. Uno que tomaría el mando de otro que tambien habia sido elegido por la voluntad popular.

Creo que aún estamos pagando el precio de esa elección y que la vamos a seguir pagando con "altisimos intereses" por varios años más.

Así comenzaba nuestra segunda década infame. La de "ramal que para ramal que cierra"; la del "viaje a la estratosfera"; la de "un peso = un dolar"; la de tener un presidente jugando al fútbol en Velez, al basquet en el Luna Park, corriendo Rally en Córdoba, recibiendo a Madonna, los Rolling, a Magic Jonson, mientras el desempleo crecia de manera casi impúdica, el conurbano se poblaba de villas miseria, y la clase alta se iba cada vez más arriba haciendo desaparacer a esa clase media que supimos conseguir a fuerza de laburo y sacrificio de nuestros padres y dejando a la clase baja parada sobre el límite exacto entre la pobreza y la desidia.

Ya pasaron veinte años.

La misma cantidad de años que pasaron desde que se fué mi tío. El que me llevaba a la cancha a ver al Boca de Faraone, el que me grababa con mi hermana mientras cantabamos canciones en su pieza. El que me enseñó a ser un caballero con las mujeres. El que me inculcó el habito de escuchar la radio, cosa que amo profundamente.

El que se encargaba de que no extrañe a mi viejo al que veia una o dos veces por semana.

Y aunque cuando se fué me sirvió para crecer mucho, confieso que me hubiera gustado tenerlo un rato más conmigo.